martes, 20 de julio de 2010

Convit, el pavo y la pava.

Por:Lic. Edison Nava
C.I.: 11.431.416
Edisonnava36@hotmail.com
Twitter: @enavan


Sobre el artículo:

Ciencia y Ambiente
OPINIÓN Cuestionan trabajos del Instituto de Biomedicina por no apegarse a normas
Experimentación clínica y ética "No existe ninguna publicación científica (arbitrada) del Dr. Convit y de su grupo de investigación que demuestre inequívocamente su hipótesis"


JOSÉ RAFAEL LÓPEZ PADRINO
EL NACIONAL - Jueves 08 de Julio de 2010

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He sido distinguido con el honor de recibir en mi buzón de correos un articulo de opinión, remitido por su autor, quien es profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard; mas, por alto que sea dicho honor, no puedo ni debo abstenerme de expresar mi disentimiento al respecto. Afirma mi contertulio virtual que las investigaciones deben respetar “los principios éticos establecidos en el Código de Núremberg (1947). Código que surgió en respuesta a los abusos cometidos por los seguidores…del Tercer Reich en los campos de concentración durante la II Guerra Mundial”. Pasa por alto el autor que las condiciones históricas a las que pretende aplicar deterministamente el criterio expuesto se diferencian como la noche del día: los judíos recluidos en los campos de concentración Nazi estaban siendo victimas de uno de los genocidios mas espantosos de la historia y debían someterse obligatoriamente, sin siquiera un conocimiento mínimo de causa, a cualquier atrocidad que se les ocurriera a estos tristes protagonistas de la historia del siglo XX.
Por otro lado, sostiene que “La realización de la misma (la investigación) se justifica, solo si el estudio clínico ofrece ventajas en términos de curación, alivio del sufrimiento y mejora de la calidad de vida de los pacientes, en relación con los tratamientos existentes”. Ingenuamente pensé: ¡Punto para Convit!, pero no… parece estar satisfecho con las implicaciones para el paciente que traen por ejemplo, la quimio y la radioterapia.
Todo este asunto de la discusión en torno a la ética de los estudios de Convit tiene, a mi parecer, un gran lunar: quieren aplicarlo como una especie de eje transversal inalterable a cualquier realidad, sin detenerse en consideraciones de tipo histórico, social, terapéutico, etc.
El solo hecho de citar el Holocausto para juzgar el posible milagro de la ciencia en esta Venezuela del año 2010, en la que los pacientes acuden de forma voluntaria e informada a participar entusiastamente en una investigación dirigida por quien ya ha obsequiado a la humanidad con la cura de la Lepra y la Leismaniasis, es poco menos que un exabrupto.
En fin, es mejor una esperanza cierta de curación, que la certeza de aplicarse un tratamiento que degradara nuestra salud hasta limites insondables, por mas protocolos, fases y requisitos que haya seguido para su aprobación. A todas luces, en el caso de la autovacuna contra el cáncer, no aplica aquella máxima de la sabiduría popular venezolana según la cual “la salsa que es buena para el pavo, es buena para la pava”.




Lic. Edison Nava
C.I.: 11.431.416
Edisonnava36@hotmail.com
Twitter: @enavan

5 comentarios:

Genny Garcia dijo...

Que locura...yo estoy buscando como acercarme al proyecto del Dr.Convit, pues tengo una hermana con este problema y me encuentro con esta barbaridad, no se por donde comenzar...pero mi inteligencia insultada me dice que si no se le da oportunidad de investigar, como va a establecerse un tratamiento como valido, la decisión es de cada quien, sea porque están buscando su salud, sea porque estando enfermos y quieren colaborar con la ciencia y la investigación, encontrando un porque a su experiencia de vida, perfecto que existan los controles, perfecto la preocupación de este Señor pero a diario vemos medicamentos que pasan como cometas, hoy son una maravilla y el día de mañana dicen que los efectos secundarios son nefastos, el caso del aspartame, por ejemplo, con tantos estudios que se han publicado, en los que dicen que produce la esclerosis múltiple o que es determinante o que es factor de riesgo y aun se usa en muchos productos y los consumidores muchas veces ignoran lo que están ingiriendo, donde están las normas de Nuremberg ?. Muchas veces los sabios se alejan tanto de los ignorantes, que terminan siendo ellos los verdaderos ignorantes... aparte de todo y quedándome con muchas ideas en el tintero, como consigo información y contacto con el equipo del Dr. Convit para ver si el caso de mi hermana califica para estas pruebas, mi hermana es medico y quiero llevarle una propuesta real. Gracias por la información que me puedan brindar.

Edison Nava dijo...

Saludos Genny, espero que salgas airosa de la situación familiar que estas viviendo con tu hermana, en el nombre de Dios Todopoderoso. Visita la web del Instituto de Biomedicina;alli tienes datos de contacto: www.biomedicina.org.ve

Edison Nava dijo...

Excelente semblanza del Dr.Convit, como corresponde a su pluma, pero además, oportuna. Hoy más que nunca Convit necesita de un ejército que contenga los ataques que recibe y le permitan consagrar por entero su tiempo a su noble causa. Así son las cosas...

Rafael Bellotta dijo...

Lic. Edison Nava. Yo no sé si lo que es bueno para el pavo es bueno para la pava; pero lo que sí sé es que, por los resultados obtenidos por el Dr. Convit y su equipo de investigadores, las empresas farmacéuticas en todo el mundo, están como "CAIMÁN EN BOQUE CAÑO". Arbitrar una publicación científica de este calibre, es algo bastante riesgozo. La cura de las enfermedades tropicales, como es el caso de la tripanosomiasis, la lehismaniasis y otras tantas que afectan principalmente al ciudadano que habita las zonas rurales, no es la meta de investigación de las empresas farmacéuticas, ya que el ciudadano rural no tiene el poder adquisitivo para el pago del tratamiento.
Caso contrario sucede con una vacuna oncológica. El cáncer no discrimina estatus social. Por lo tanto, divulgar los resultados obtenidos por el Dr. Convit y su equipo de investigadores, es muy apetecible para éste sector económico mundial, si mal no recuerdo el segundo después de la carrera armamentista, que son las transnacionales de los medicamentos.
Caracas, 29 julio 2010
Rafael Bellotta
rbellotta@email.it

Edison Nava dijo...

Saludos amigo Rafael Bellota. Ciertamente, comparto con usted el hecho de que intereses economicos cuyas cifras son impronunciables estàn detras del negocio oncologico. Es esta justamente la razon por la que se bombardea al Dr. Convit, pero sin manifestar un genuino interes por la prosecucion de sus invetigaciones. Ahora bien, el hecho que que este tratamiento cristalice de manos del Dr. Convit y promovido por el Instituto de Biomedicina es lo que tiene temblando a estos sectores. Seria fatal que tan maravilloso descubrimiento se encontrara atado a una patente privada que permita su comercializaciòn exclusiva, lo que lo haria inaccesible a los sectores pobres de la sociedad. El interes del Dr. Convit no radica solo en encontrar una cura para el cancer, sino tambien, y principalmente, en que tengan acceso a ella los que actualmente se encuentran excluidos de tal posibilidad, ademas de evitar el padecimiento que desde el punto de vista de la calidad de vida y sobrevida del paciente implican los actuales protocolos aprobados. Por lo anterior, ¡Todos con Convit!, no podemos aceptar que se perpetue esta industria de la vida y la muerte.Saludos