martes, 29 de abril de 2014

Edicion 478: El Dr. Jacinto Convit

leancyclemente@gmail.com


"Convit desarrolló su vacuna contra la lepra y se inicio una era muy brillante en la creatividad científica en donde las universidades, la industria petrolera, farmacéutica y metalúrgica contribuyeron a poner nuestro país en niveles muy envidiables en la contribución al avance tecnológico y científico



Cuando el venezolano Jacinto Convit fue postulado en 1988 al Premio Nobel de Medicina por descubrir la vacuna contra la lepra, sentimos que nuestro país se ubicaba en un lugar envidiable en la lucha contra las enfermedades endémicas, las cuales han sido lugar común en los países del “Tercer mundo”. 

Como no conozco los países del segundo y no me gustan las terminologías tradicionales para dividir el mundo, de acuerdo a criterios muy poco humanos (en vías de desarrollo. sub.-desarrollados, del primer mundo, etc.) Prefiero referirme a los países menos favorecidos del desarrollo. Voy a dejar este tema para otra ocasión y ceñirme a lo que en este momento nos angustia en todo el orbe. Es interesante ver que hay situaciones en las cuales no hay primer mundo, tercer mundo, países en vías de desarrollo o sub.-desarrollados, todos se ponen al lado de otro porque las bacterias, “Son una torre de Babel”.

Era la época en que a los enfermos de lepra los trataban casi de manera inhumana; los llevaban muchas veces encadenados y en contra de su voluntad, separándolos de sus familiares y allegados. Ese trato prevalecía desde tiempos milenarios, cuando el terror al contagio se propagaba en todas las poblaciones. Vale recordar que en la antigüedad, a los enfermos de lepra o presuntamente enfermos, les ataban una especie de campana o sonaja que marcaba su acercamiento. Recuerda el doctor Convit sobre la llegada de un paciente leproso, encadenado, custodiado por guardias armados a quienes les pidió que lo soltaran, pues no podría imaginar lo que era sentirse así. Inicia entonces su lucha no sólo contra la enfermedad sino contra el prejuicio.

La era de la Internet y las comunicaciones en tiempo real nos hacen sentir seguros en muchos aspectos que antes eran desconocidos por que el tiempo de llegada a nuestro conocimiento era tradicionalmente largo.

Será que hemos subestimado las enseñanzas de esos viejos maestros como el Dr. Convit que, por no tener la confianza que pueden inspirar los sistemas actuales, tomaban medidas extremas para asegurarse que una bacteria, por muy eliminada que se supiera, podría resurgir y no había que confiarse.

Le dejamos a los grandes laboratorios un problema que ellos no tenían en su presupuesto.
Venezuela fue, en la década de los cincuenta, líder en el avance científico gracias a la creación del IVIC con Humberto Fernández Moran-Villalobos, su reactor nuclear, y la presencia de eminentes científicos como Marcel Roche y Marcel Granier y de premios nobeles invitados que colaboraron en diversas áreas de la investigación. Convit desarrolló su vacuna contra la lepra y se inicio una era muy brillante en la creatividad científica en donde las universidades, la industria petrolera, farmacéutica y metalúrgica contribuyeron a poner nuestro país en niveles muy envidiables en la contribución al avance tecnológico y científico.

¿Por qué no tenemos una vacuna contra esta enfermedad?
La investigación a nivel de los grandes laboratorios para la consecución de vacunas para las enfermedades depende del valor de mercado del antivirus, por ejemplo, la vacuna contra el sida recibe más presupuesto que la vacuna contra la Influenza, las razones son obvias, entonces es allí donde los investigadores de la Influenza y otras endemias no publicitarias, que tienen años dedicados a esas bacterias deben recibir fondos de los gobiernos para compensar la relación costo/beneficio. A la larga ese dúo laboratorios/gobiernos logran más soluciones en el mismo término de tiempo.

Convit siempre tuvo el apoyo del Estado para sus estudios sobre la lepra.
Aquí tengo que hacer un paréntesis, el gran enemigo del investigador científico es el político inmediatista, que solo provee los presupuestos a los proyectos que estén enmarcados dentro de su tiempo de vida como ministro. Quisiera que aquellos funcionarios que tengan responsabilidad en el sector científico sepan que los países caminan sobre su tecnología la cual tiene un tiempo establecido por su única y particular naturaleza.

El doctor Convit ha obtenido numerosas condecoraciones y reconocimientos tanto nacionales como internacionales de gran relevancia, como el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica el 10 de abril de 1987; el Premio Nacional de Medicina; el Premio Ciencia y Tecnología de México, y los Premios Panamericanos Soopr y Horowitz; además del Título de Doctor Honoris Causa de varias universidades.

Ahora desarrolla una vacuna contra el cáncer de seno, colon y estómago
El Instituto de Biomedicina de la Universidad Central de Venezuela, fundado y dirigido por el Dr. Jacinto Convit, después de tres años de investigaciones con inmunoterapia en pacientes con riesgos oncológicos, confirmó resultados positivos para la cura del cáncer de seno, estómago, colon y cerebro. La vacuna será suministrada de forma gratuita en el Hospital Vargas luego que culmine el proceso de comprobación y efectividad.

De acuerdo a lo explicado por el Dr. Convit, la vacuna se encuentra compuesta por células mutantes del paciente, las cuales poseen varios tipos de células. Para el científico venezolano, “la mutación es la que provoca la recaída más adelante en el paciente, al combinar un gramo de células cancerígenas. El paciente desarrolla una mejoría en su propio organismo por la producción de anticuerpos que destruyen las células cancerígenas”.

Las células tumorales se combinan con el producto conocido como BCG, que ha sido ampliamente utilizado en la lucha contra la tuberculosis y la lepra durante varias décadas, así como también en cáncer de vejiga y como coadyuvante en la inmunoterapia de la Leishmaniasis. A la fórmula se agrega la acción de la formalina, componente usado en estudios realizados por un grupo de investigadores en Estados Unidos contra el ántrax.
Con el debido consentimiento, informado y firmado por 23 pacientes con cáncer en el colon, estómago y seno, a quienes se les aplicó un modelo experimental de inmunoterapia, la evolución confirmó resultados alentadores

Gracias a Dios, actualmente el Dr. Convit nos acompaña, en el descanso del guerrero, pero con el reconocimiento, la enseñanza y la ilusión de que tengamos multiplicado su obra en estos asistidos tiempos. Haber creado el Instituto de Biomedicina antiguo instituto de Nacional de Dermatología, el que dirige desde su fundación, donde existen tres postgrados universitarios: Dermatología, Dermatopatología y Microbiología Médica; una Maestría en Epidemiología Tropical, y donde funcionan veintidós laboratorios de investigación, además de la consulta dermatológica que atiende aproximadamente 4.000 pacientes mensuales, es un reto que cumplió.

El Dr. Convit crea la escuela para que las nuevas generaciones hubiesen descubierto la vacuna para el paludismo, el dengue, la amibiasis, el tétano, etc.

Ante esta emergencia, el Estado tiene una labor bien compleja y de alta responsabilidad porque debe educar la información mediática y programar su plan de emergencia. Paralelamente tiene que crear una diligencia que sea preventiva, efectiva con los posibles infectados y educativos para evitar la propagación.

Si yo tuviese esa gran responsabilidad no dudaría en consultarle al Dr. Convit sobre las medidas sanitarias que deba adoptar el Estado en estos momentos de emergencia. 

Venezuela debería apoyar su nominación al premio Nobel de Medicina, cuyo trabajo está por encima de varios acreedores que tuvieron mejor apoyo circunstancial, en su momento.
Me pregunto como el Dr. Convit logró ese descubrimiento con tantas limitaciones y en este momento no hemos logrado lo mismo en enfermedades similares con mil veces mayor apoyo tecnológico.


1 comentario:

La Gladiadora dijo...

Buenos Dias, mi esposa (La Gladiadora)me preguntaba anoche porque del Instituto de Biomedicina, no la Habían llamado mas para realizarse sus Análisis de Control respectivos, su ultima consulta fue en Marzo/2012.No supe que responderle. Sin embargo sus médicos del Hospital Oncologico Padre Machado si llevan el Seguimiento
establecidos en los Protocolos contra el Cancer