Su vida es un ejemplo de dedicación y sencillez
Desde su hallazgo científico que cura la lepra, no ha dejado de buscar alivios para la humanidad.
Ahora avanza Con éxito en una autovacuna contra el cáncer de mama, de colon y de estómago.
Es inevitable sentirse orgulloso de ser venezolano. cuando se abre la hoja de ida del doctor Jacinto Convit. un extraordinario hombre de ciencia dedicado a estudiar soluciones para aliviar dolores físicos y de autoestima.
Se mira como un ser de presencia afable, sencilla, de facciones atractivas pese a su edad, 97 años, cumplidos el pasado 11 de septiembre. De pausado hablar y mirada que demuestra la determinación de su carácter. Es admirador del poeta Federico García Lorca amante de la poesía en general. Nacido en la parroquia más emblemática de Caracas. La Pastora, casado procreó cuatro hijos. de los que sobreviven en tres. dos médicos y un economista.
Cuando se le pregunta por sus extraordinarios trabajos científicos reconocidos por propios y extraños, se le iluminan sus azules ojos dice que es un trabajo de equipo, con una modestia que no aceptamos, porque todos los que lo acompañan. le dan el principal mérito a él. Con premios de los más altos organismos científicos venezolanos e internacionales. Sólo le falta recibir el Premio Nobel de Medicina, al cual ya fue postulado por las universidades venezolanas, pero que todavía no se le ha otorgado.
¿De sus trabajos cuales considera más efectivos para sus propósitos a favor de la humanidad?
—Todo lo que ocupa mi atención es de importancia para la humanidad. Pero lo más resaltante es sin duda la vacuna contra la Lepra y contra la Leishmaniasis. Dado a conocer al publico en 1983. el resultado de trabajos con pacientes venezolanos. Este aporte para la gente. se ha reconocido dentro y fuera de nuestro país.
Esta vacuna lograda por Convit y su equipo de médicos venezolanos y extranjeros, se aplica ya en Brasil, China, India y en todos los que han venido solicitándola. Se logra a partir del Cachicamo que se consigue al Sur del estado Apure. Reconocida por Ia Organización Mundial de la Salud. Derivó en muchos reconocimientos internacionales, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias en 1987 y al año siguiente. las universidades venezolanas, lo postularon al Premio Nobel de Medicina.
La autovacuna contra el cáncer
Este nuevo hallazgo que lleva más tres años en etapa experimental, con pacientes de cáncer de mama, de colon, estómago y cerebro. Se trata de un tratamiento, ni una vacuna preventiva que se aplica en pacientes diagnosticados de ese flagelo y se presentan voluntariamente al Instituto Biomedicina del Hospital Vargas, dependencia de la Universidad Central de Venezuela y el Ministerio para el Poder Popular de Sal Su aplicación en tres dosis, es completamente gratis y se produce a partir de las propias células del paciente.
Hasta la fecha- más de tres años aplicándose a un pequeño grupo de pacientes voluntarios, 23 en total- arroja los beneficios planteados por Convit y su equipo.
En estos momentos, cuando hay gran expectativa en la comunidad científica nacional, pacientes y familiares, se plantea desde el Instituto de Biomedicina, la invitación para que se presenten más pacientes, que deben tener un informe de su médico oncólogo y su disposición voluntaria para someterse al tratamiento.
Consideran médicos y autoridades universitarias, que este nuevo descubrimiento comprobada su eficiencia, si podría conducir a que se le otorgue el Premio Nobel de Medicina.
Pero el principal actor de este monumental descubrimiento científico, el doctor Jacinto Convit, dice con sencillez, que no le quita el sueño recibir ese reconocimiento, aunque no lo desprecia. Simplemente. Que su trabajo junto con su equipo de colaboradores, no busca ni ganar dinero, ni reconocimientos, sino que los pacientes afectados de esos tipos de cáncer, consigan la cura, sin tener que someterse al tratamiento convencional de la quimioterapia y radioterapia.
Rosita Regalado
Localizatumédico.com